Noticias

“El hobbit” en neo-hawaiano

‘Ka Hopita’: traducción hawaiana de ‘El hobbit’ – Los orcos se convierten en oaka, y los elfos se convierten en mū cuando la obra de Tolkien se publique en el idioma Polinesio en riesgo de desaparición.

Fuente de la noticia

Muchas noches a lo largo del último año, Keao NeSmith volvía a su casa en la isla hawaiana de la isla de Kauai pensando sobre hobgoblins. No porque tuviera miedo de la malvada criatura fantástica, sino porque se encontraba traduciendo ‘El hobbit’ de J.R.R. Tolkien al hawaiano.

“Ni siquiera sabía lo que era un hobgoblin”, NeSmith comenta sobre el proceso de familiarización con la obra de Tolkien. “Tenemos un término genérico que significa ‘monstruo’, pero es demasiado genérico.”

En algún momento rebuscó un término para traducir “trasgo” y surgió una forma hawainizada forma de ‘orco’ o ‘’oaka’ — en la que el apóstrofe indica un sonido oclusivo glotal — una palabra hawaiana real que se refiere a las mandíbulas abiertas de un perro que está a punto de morder. Así, un hobgoblin se convierte en nui ’oaka, o ‘gran orco’.

También tuvo que plantearse cómo traducir a los “eldar” de Tolkien (sus “elfos”), ya que no tienen análogo en la tradición hawaiana. “No conocía la diferencia entre los elfos de Papá Noel y los de Keebler, pero descubrí que los elfos de Tolkien son muy diferentes”. La correspondencia más ajustada con la mitología hawaiana fueron unas criaturas que habitaban los bosques llamadas mū, pero se trata de criaturas muy poco sofisticadas que emiten sonidos chirriantes en las montañas. Así que NeSmith decidió adaptar estos mū, que comparten con los eldar el hecho de cantar de un modo evocador, y añadirle “wao”, ‘naturaleza, espesura.’ Así, los elfos son mūwao.

Criado en Kekaha, Kauai, NeSmith hablaba primordialmente inglés en el pasado. Aunque en su colegio en Oahu se ofrecía el hawaiano como lengua, eligió estudiar japonés en su lugar. Después de graduarse se fue a vivir con su abuela materna, quien sólo le hablaba en hawaiano. Aprendió así gran parte del idioma, que también estudiaría en la Universidad de Hawaii en Hilo, donde ahora enseña el idioma. Es doctorado en lingüística aplicada, enfocando su carrera sobre todo en enseñar a alumnos adultos. Proyectos como este, espera, ayudarán a que el idioma no muera.

Es hablante de lo que él mismo denomina como ‘neo-hawaiano’, un dialecto que surgió entre la gente que aprende el idioma como segunda lengua. Tiene pronunciaciones diferentes, menos modismos, y se escribe de forma diferente al hawaiano tradicional. NeSmith estima que hay sólo unas 300 personas que aprendieron la variedad tradicional de niños y continúan hablándolo de adultos. Pero hay entre 3 and 4,000 personas más jóvenes que han elegido aprenderlo en los años 80 en escuelas de inmersión lingüística y son capaces de mantener una conversación y leer material en hawaiano. “Ka Hopita”, nos dice, es para ellos.

Actualmente el hawaiano es uno de los idiomas polinesios que más peligro de desaparición corren. Se espera que “Ka Hopita” legitime al hawaiano como una lengua de uso diario, e impulse a una nueva generación de hablantes del hawaiano. “Ka Hopita”, cuya publicación se ha programado para el 25 de marzo (día importante para los fans de Tolkien ya que se conmemora la destrucción del anillo único), es la primera novela de Tolkien que se publicará en un idioma indígena de los Estados Unidos.

NeSmith se convirtió en traductor literario en 2012, cuando encontró en su buzón de correo electrónico una petición para traducir “Alicia en el país de las maravillas”. Ese mensaje lo envió Michael Everson, un irlandés nacido en Estados Unidos y residente en Dublín, famoso por impulsar proyectos literarios en docenas de idiomas minoritarios. Para él, que se publique “El hobbit” en cualquier idioma tiene un profundo significado personal, ya que el libro fue importante en su vida y trabajo como diseñador de tipografías. “Si no hubiera leído ‘El hobbit’ cuando tenía 13 años, no sería quien soy ahora ni haría lo que hago”.

Everson investiga formas exóticas de escritura y redacta propuestas para incluirlas en Unicode, el standard internacional para codificar caracteres para ordenadores y dispositivos móviles. A través de Evertype, su editorial, ha publicado docenas de libros en córnico, esperanto, gaélico irlandés, gaélico escocés y otras lenguas, incluyendo libros de Isaac Asimov, Lewis Carroll (ha publicado “Alicia en el país de las maravillas” en más de 30 lenguas, incluyendo gaélico irlandés, húngaro, manés y zulú), Robert Louis Stevenson, Julio Verne y Arthur Conan Doyle. Se está preparando también una edición de “El hobbit” en cherokee.

A continuación, un fragmento de “Ka hopita”, la traducción al neo-hawaiano de “El hobbit” (más abajo encontraréis la correspondencia en castellano):

Kuemi hikiwawe ihola ’o Bilbo a mahalo akula i kona pōmaika’i i ka loa’a o kona komo. A laila, ’ōlelo maila ’o Smaug.

“’Ā, no laila, e ka ’aihue! Honi wau iā ’oe a pā maila kou ea. Lohe au i kou hanu ’ana. Mai! E ki’i hou mai i kāu makana, ua nui ’ino nō!”

Akā na’e, ’a’ole nō i na’aupō loa ’o Bilbo i ka mo’olelo o nā kelakona me kēlā, a inā i makemake ’o Smaug e ho’owalewale iā ia e ho’okokoke wale mai, ua nui kona pohō.

“’A’ole, mahalo, e Smaug, ka Mea Nui!” wahi āna i pane ai. “’A’ole au i hele mai nei i makana. ’O ka’u mea ho’okahi wale nō i makemake ai, ’o ia ka nānā ’ana iā ’oe e ’ike ai inā ua nui nō ’oe e like me ia ma nā mo’olelo. ’A’ole au i hilina’i.”

“Pehea i kēia manawa?” wahi a ke kelakona ma ke ’ano mahalo iki, me kona hilina’i ’ole iki nō na’e.

“Ua ho’ohewahewa maoli nō nā mele me nā mo’olelo i ka ’oia’i’o, e Smaug, e ka Po’okela a me ka Haku o ka Luku ’ana,” i pane ai ’o Bilbo.

“He ’olu’olu maoli nō kāu ’ōlelo, ma kou ’ao’ao he ’aihue a he ho’opunipuni,” wahi a ke kelakona. “Me he mea lā ua kama’āina ’oe i ko’u inoa, akā, ’a’ole au ho’omaopopo i ka honi ’ana iā ’oe ma mua. ’O wai ’oe a no hea mai ’oe, ke ’olu’olu?”

“No lalo wau o ka pu’u, a no lalo ho’i o nā pu’u a no luna ho’i o nā pu’u i hele mai nei ko’u ka’ahele ’ana. A i loko nō o ka lewa, ’o wau nō ia e ka’ahele nei me ka ’ike ’ole ’ia mai.”

“’Ā, pēlā ko’u hilina’i,” wahi a Smaug, “akā, ’a’ole nō kēlā he inoa ma’amau.”

“’O wau ka mea ’imi ā loa’a nā meheu, ka mea nāna ’oki aku i ka pūnāwelewele, ka nalo nāna e kiki. Ua wae ’ia mai au no ka helu laki.”

“’Ā, nani kēia mau inoa!” i ’aka pāhenehene ai ke kelakona. “Akā, ’a’ohe puka pono o nā helu laki i nā manawa a pau.”

“’O wau nō ka mea nāna e kanu ola i nā hoaloha a ho’opiholo iā lākou a huki hou iā lākou mai loko mai o ka wai. No ka ’ōpū mai wau o kekahi ’eke, akā, ’a’ohe na’e ’eke nāna i uhi mai ia’u.”

“’A’ole nō ia he mea e kaena ai,” i ’aka pāhenehene hou ai ’o Smaug.

“’O wau ka hoaloha o nā pea a me ka mea kipa i nā ’aeto. ’O wau nei ’o Ka Mea Komo a me Ka Mea Laki; a ’o wau ’o Ka Mea Kau Palela,” a pēlā i ho’omau ai ’o Bilbo me ka ho’omaka pū e hau’oli i kona nane ’ana.

“’Ā, e aho kēlā!” wahi a Smaug. “Akā, mai ho’olalau i kou no’ono’o ’ana, ’eā!”

“Bilbo dio un rápido paso atrás y bendijo la suerte de haberse puesto el anillo. Entonces Smaug habló:
—¡Bien, ladrón! Te huelo y te siento. Oigo cómo respiras. ¡Vamos! ¡Sírvete de nuevo, hay mucho y de sobra!
Pero Bilbo no era tan ignorante en materia de dragones como para acercarse, y si Smaug esperaba conseguirlo con tanta facilidad, quedó decepcionado. —¡No gracias, oh Smaug el Tremendo! —replicó el hobbit— No vine a buscar presentes. Sólo deseaba echarte un vistazo y ver si eras tan grande como en los cuentos. Yo no lo creía.
—¿Lo crees ahora? — dijo el dragón un tanto halagado, pero escéptico.
—En verdad canciones y relatos quedan del todo cortos frente a la realidad, ¡oh Smaug, la Más Importante, la Más Grande de las Calamidades! —replicó Bilbo.
—Tienes buenos modales para un ladrón y un mentiroso —dijo el dragón—. Pareces familiarizado con mi nombre, pero no creo haberte olido antes. ¿Quién eres y de dónde vienes, si puedo preguntar?
—¡Puedes, ya lo creo! Vengo de debajo de la colina, y por debajo de las colinas y sobre las colinas me condujeron los senderos. Y por el aire. Yo soy el que camina sin ser visto.
—Eso puedo creerlo —dijo Smaug—, pero no me parece que te llamen así comúnmente.
—Yo soy el descubre—indicios, el corta—telarañas, la, mosca de aguijón. Fui elegido por el número de la suerte.
—¡Hermosos títulos! —se mofó el dragón—, Pero los números de la suerte no siempre la traen.
—Yo soy el que entierra a sus amigos vivos, y los ahoga y los saca vivos otra vez de las aguas. Yo vengo de una bolsa cerrada, pero no he estado dentro de ninguna bolsa.
—Estos últimos ya no me suenan tan verosímiles —se burló Smaug.
—Yo soy el amigo de los osos y el invitado de las águilas. Yo soy el Ganador del Anillo y el Porta Fortuna; y yo soy el Jinete de Barril — prosiguió Bilbo comenzando a entusiasmarse con sus acertijos.
—¡Eso está mejor! —dijo Smaug—, ¡Pero no dejes que tu imaginación se desboque junto contigo!”