Los derechos de adaptación de la obra Tolkien quedaban sacudidos hace un par de años con la irrupción de Embracer Group, que adquirió Middle Earth Enterprises a The Saul Zaent Company, que los llevaba gestionando casi medio siglo. En este caso, el terremoto, de dimensiones colosales, ha afectado a toda la industria y es un hecho que marca un antes y un después en la cultura popular: Netflix ha adquirido por unos 83.000 millones de dólares (por comparar, Embracer se gastó 398 en “comprar” la Tierra Media) Warner Bros. Y eso incluye la licencia de explotación de películas basada en El señor de los anillos.
La noticia ha provocado muchísima inquietud en los aficionados a la saga. Asi que desde la Sociedad Tolkien Española vamos a escribir este articulo para aclarar conceptos y evitar tremendismos. Porque no, a 8 de diciembre de 2025 Netflix no es propietaria de El señor de los anillos.
Un acuerdo lejos de ser una realidad

Aunque el acuerdo entre Netflix y Warner Bros ha sido aprobado por ambas juntas directivas, queda muy lejos de ver la luz. Netflix se enfrenta a desafíos regulatorios por las leyes antimonopolio, oposición de la industria, los artistas y los principales actores políticos de Estados Unidos.
Como explica la periodista referente en derechos de televisión en España, Elena Neira, en primer lugar, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, con sede en Washington, tiene que dar luz verde a la adquisición. Un primer tema de batalla es el de HBO Max: si ambos servicios se integraran, la cuota de mercado podría rozar el monopolio. Cómo afecta eso a series de El señor de los anillos lo debatiremos más adelante.
El segundo problema es lo que se denomina la concentración vertical. El acuerdo otorga a Netflix un control de toda la cadena de contenido de ambas marcas, desde la producción a la distribución. Por ambos motivos, tanto el Congreso como el Departamento de Justicia y la fiscalía de California han declarado abiertamente que se opondrán a la fusión.
La industria, especialmente los grandes sindicatos de directores, también se ha opuesto, con celebridades con James Cameron o Christopher Nolan siendo especialmente vocales en su rechazo. Netflix tiene una política hacia los estrenos en las salas de cine que disgusta a los grandes realizadores, priorizando los estrenos en la pequeña pantalla.

Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, ya ha asegurado tras el anuncio de la compra de Warner Bros que las ventanas deben ser mucho más amigables para el consumidor, lo que implica una reducción drástica de exclusividad de las salas de cine antes de que cualquiera con una suscripción pueda verla en su casa. El presidente del gremio de cines en EEUU, Michael O’Leary, ha afirmado que este acuerdo es la mayor amenaza a la que se han enfrentado jamás las salas en todo el mundo.
A nivel político, el rechazo también es amplio a ambos lados del espectro. Líderes demócratas que han sido candidatos a la presidencia de Estados Unidos como Elizabeth Warren o Bernie Sanders han explicado que al acuerdo puede ser nefasto para los consumidores. Pero de forma similar se han mostrado en contra figuras republicanas o afines como Elon Musk: varios líderes de la derecha estadounidense y altos cargos han atacado a Netflix por ser «woke» y este movimiento le haría incrementar su influencia y poder.
Ted Sarandos se reunió con Trump en noviembre para hablar del acuerdo: por aquel entonces el favorito para adquirir era Paramount, cuya directiva es más cercana al partido republicano y al actual presidente de EEUU. Desde la compra, Trump ha hecho las siguientes declaraciones, después de afirmar que el CEO de Netflix era «fantástico»:
Bueno, esto será un proceso, y veremos qué pasa. Netflix es una gran compañía que ha hecho un fenomenal trabajo. Pero ocuparía una gran porcentaje del mercado. Puede ser un problema. Estaré involucrado en la decisión.
¿Y por qué Netflix arriesga tanto?

La inversión de Netflix es histórica. Como hemos visto, tiene muchos elementos en contra. Pero parece una decisión absolutamente calculada que, si sale bien, le aseguraría un dominio inédito del entretenimiento a nivel mundial.
Netflix adquiría el legendario catálogo centenario de películas de Warner Bros. No solamente para explotar ese contenido y convertirlo en franquicia; sino algunos especulan que también para alimentar sus propias creaciones futuras que puede estar desarrollando a través de Inteligencia Artificial. La combinación de la experiencia de Netflix en algoritmos y aprendizaje automático con uno de los catálogos de contenido más ricos del mundo ofrece un universo de posibilidades.
Pero es que además esas películas de culto, Warner Bros tiene las licencias de explotación de El señor de los anillos (ahondaremos más después) DC Cómics, Harry Potter, Juego de Tronos, Looney Toons, y todo el contenido de HBO. Es decir, las series de televisión más premiadas de la historia, el contenido de prestigio y el valor de la marca más reputada de televisión del mundo. La clave para mejorar su oferta, que siempre ha sido criticada por priorizar la cantidad sobre calidad.

Pero lo que no duda nadie es que la primera consecuencia sería una subida sustancial de los precios de suscripción a esa superplataforma de streaming futura que combinara Netflix con HBO. Con una librería de títulos tan enorme, Netflix tendría una capacidad incomparable para aplicar aumentos de tarifa. Además, esa concentración de poder editorial podría implicar menor diversidad: menos oportunidades para historias originales o de nicho que no encajen en el modelo actual de franquicias.
La lógica de Netflix es impecable: controlar la producción, monopolizar la propiedad intelectual más codiciada y eliminar a la competencia. En cualquier caso, hasta finales del año que viene como mínimo no se concretaría este movimiento, si es que finalmente ve la luz.
Un repaso a los derechos de la obra de Tolkien

Recordemos los artículos anteriores que le hemos dedicado a este tema de los derechos. Los derechos de toda la obra de Tolkien que no están transferidos o licenciados a otros, y especialmente los de los textos inéditos, pertenecen legalmente a sus herederos, que están representados por el Tolkien Estate. HarperCollins Publishers es la editorial del Reino Unido que publica las obras de Tolkien en su lengua original, y posee derechos sobre los textos publicados y sus ilustraciones. En español la mayor parte de sus obras están publicadas por Ediciones Minotauro, que posee los derechos de las ediciones en castellano de estos libros.
Sí: Netflix podría comprar los derechos de El Silmarillion directamente al Tolkien Estate. Pero también podría haberlo hecho durante todos estos años, pues nunca han sido puestos a la venta y no están licenciados. Pero no adelantamos acontecimientos y sigamos repasando las propiedades intelectuales asociadas a la obra de Tolkien.

Warner Bros tiene por tanto la licencia de explotación de los derechos de las trilogías de películas dirigidas por Peter Jackson El señor de los anillos y El hobbit, y sus productos de marketing asociados, así como futuros proyectos cinematográficos asociados a esas dos novelas de J.R.R. Tolkien. Si Netflix compra Warner Bros, adquiriría esa licencia.
Videojuegos
Los derechos de los videojuegos de la obra de Tolkien son de Embracer como propietario de Middle Earth Enterprises. De igual manera que se han licenciado los derechos a compañías como Vivendi, EA o WB Games, Embracer puede ceder derechos de explotación a otras empresas o usar los estudios de videojuegos de su propiedad para realizar nuevas obras basadas en la Tierra Media. Sí, Netflix tiene una división de videojuegos, de momento pequeña, pero al adquirir Warner Bros también sería propietaria de WB Games.

¿Y la serie de Amazon?
¿Y qué pasaría si finalmente Netflix «comprara» El señor de los anillos?

Asumamos que el acuerdo finalmente es aprobado por todos los reguladores y se desoye a actores políticos e industriales en contra. ¿Qué podría hacer Netflix con la obra de Tolkien?
En primer lugar, Netflix como propietaria de Warner Bros puede encargar la producción de las películas que se le antoje basadas en los textos de El señor de los anillos y El hobbit. Podrían ser también películas para televisión y no solamente superproducciones; y, por lo que hemos comentado antes, seguramente estarían poco tiempo exclusivamente en cines antes de pasar a su plataforma. Las licencias de El señor de los anillos han producido productos de calidad muy diversa, y aquí muchos fans temen una invasión de contenido mediocre.
Con respecto a las series, ¿podría la nueva HBO, adquirida por Netflix, realizar una serie de televisión basada en la Tierra Media? La respuesta es que de momento no, pues esos derechos son propiedad de Amazon Prime Video. Eso sí: Netflix podría recomprar esos derechos a Amazon después de que la acogida de Los anillos de poder no haya sido la que esperaba Jeff Bezos. Y no es seguro, pero probablemente HBO podría hacer una miniserie, de menos de 8 episodios por temporada, bajo el paraguas de ser una película para televisión.

Recordemos un acontecimiento que no debemos obviar: Netflix asustó a la Tolkien Estate, según relatan desde Amazon. Cuando se produjo la venta de derechos televisivos, la cadena de streaming estadounidense, según esas fuentes, quería convertir a la franquicia de El señor de los anillos en «una especie de Marvel», sacando múltiples series centradas en personajes como Gandalf o Aragorn. Lo que pasa es que la noticia nos escandaliza menos cuando Dave Zaslav, CEO de Warner Bros, ha insistido en esa línea de «explotar sus franquicias»: quien actualmente posee la licencia de los derechos de las películas no piensa muy diferente al propio Netflix.
Queda el elefante en la habitación: El Silmarillion y los Cuentos inconclusos. ¿Podría Netflix comprar esos derechos nunca puestos a la venta al Tolkien Estate, ahora que ya no lo dirigen ni Christopher ni Priscilla Tolkien y está regida por nietos del Profesor? Si ha desembolsado 83.000 millones de dólares frente a los 400 que pagó Embracer para adquirir Middle Earth Company o los 250 que puso Amazon sobre la mesa por la opción de realizar series, es evidente que podría plantear a la familia Tolkien una oferta muy difícil de rechazar y que Embracer estaría lejísimos de poder igualar.
Y para terminar, tengamos siempre presente que la compañá de streaming si acaso puede adquirir derechos de explotación, licencias y capacidad de adaptación. Pero los libros obra de J.R.R. Tolkien, tal y como los escribió, siempre vamos a poder disfrutarlos nosotros íntegramente como queramos.









