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¿Tolkien era en verdad racista? – por la Dra. Dimitra Fimi

Desde la Sociedad Tolkien Española quisiéramos agradecer a la Dra. Dimitra Fimi que nos permitiese traducir su artículo, galardonado con el premio a Mejor Artículo sobre Tolkien en los Tolkien Society Arwards 2019.
From the Tolkien Society of Spain we would like to thank Dr. Dimitra Fimi, who gave us permission to translate into Spanish her 2019 Award-winning article. Originally posted on The Conversation, you can read the original English text here.

Traducido por la Lda. Mónica Sanz

¿Tolkien era racista?

Al demonizar a los orcos, esos horribles y monstruosos enemigos de los elfos, ¿se delató J.R.R. Tolkien como seguidor de la idea de que “algunas razas son peores que las otras”? Este es el debate central que se ha mantenido recientemente en la prensa británica, acusando al autor de El señor de los anillos de albergar perspectivas racistas.

El tema de Tolkien y la raza no es nuevo, se ha debatido extensamente entre sus estudiosos, incluyendo mi propio trabajo. Lo que es más, ha sido ampliamente tratado en los medios. El último estallido de este debate mediático ocurrió en 2002, generado por la trilogía fílmica de Peter Jackson.

¿Por qué ahora?

J.R.R. Tolkien (fuente: www.britannica.com)

El interés reciente de los medios fue provocado por un podcast de Wired con la colaboración del autor de ficción fantástica Andy Duncan, en el que habló de su relato breve de 2002 Senator Bilbo cuyo protagonista comparte nombre con el héroe hobbit de Tolkien, Bilbo Bolsón. En el relato, Duncan imagina al senador real Theodore G Bilbo – senador de Mississippi de principios del siglo XX, supremacista blanco – oponiéndose a la inmigración de orcos a La Comarca de Tolkien en una era posterior a El señor de los anillos.

Este senador de la ficción está en contra de cualquier forastero que pudiere ‘contaminar’ la pureza de La Comarca. La historia es una parodia ingeniosa y bien escrita donde los orcos son retratados como incomprendidos y objeto de discriminación. Sin embargo, en el podcast Duncan habló de “la noción repetitiva en Tolkien de que algunas razas/algunos pueblos son peores que otros” y cómo esta idea podría conducir a resultados peligrosos.

¿Tiene razón? Bueno, sí y no.

El mundo de Tolkien

La Tierra Media de Tolkien es jerárquica, empleando la medieval ‘cadena de los seres’ o scala naturae, una poderosa metáfora visual que distribuye en categorías todas las formas de vida según su ‘espíritu’ y ‘materia’. Dios y los ángeles están en el punto más alto, los seres humanos después, los animales debajo, etc.

De un modo similar, los elfos de Tolkien están en la parte más alta de la jerarquía de la Tierra Media, así como los orcos están en la más baja, debido a sus correspondientes cualidades morales y espirituales (o su falta de ellas). En la mitología de Tolkien los orcos son tradicionalmente ‘monstruosos’, pues representan versiones corruptas y retorcidas de elfos y hombres fabricadas por Morgoth (el Señor Oscuro original del mundo de Tolkien).

Teológicamente hablando, esto funciona. Y seguía funcionando a medida que Tolkien escribía su mitología, es decir, el ciclo de los mitos y leyendas élficos que componen el Silmarillion (Comenzado antes de El señor de los anillos, inacabado y publicado tras la muerte de Tolkien).

Sin embargo, al escribir El señor de los anillos, Tolkien muta de estilo narrativo. Ahora escribe una novela, con necesidades distintas de caracterización, diálogo, etcétera. Los orcos se convierten en personajes más redondos, adquieren una apariencia física más clara, humor y personalidad propios. Se convierten en un pueblo.

Y, más o menos al mismo tiempo, Tolkien comienza a pensar de nuevo en el origen de los orcos. Que fueran versiones ‘corruptas’ de elfos y hombres tenía sentido teológicamente, pues el malvado Morgoth no tendría poder para crear nuevos seres, sólo para retorcer a los que ya existían. Pero, en ese caso, ¿tendrían los orcos libre albedrío? ¿Podrían ser redimidos?

Tolkien se atormentaba sobre este tema, y sobre la idea de que estas criaturas monstruosas pudieran haber sido, alguna vez, nobles elfos. Intentó figurar algunas explicaciones sobre su origen, incluso la posibilidad de que los orcos actuasen como autómatas que tan sólo repitieran palabras vacías como los loros.

Nunca completó el Silmarillion, así que no poseemos una ‘respuesta’ definitiva a la pregunta de su origen. Aun así, los orcos en El señor de los anillos sin duda poseen características raciales un tanto problemáticas: nunca conseguimos una descripción completa en el texto, pero algunas características recurrentes incluyen ojos rasgados y complexiones trigueñas. Estos elementos parecen sacados directamente de los escritos antropológicos victorianos, relacionando sus capacidades mentales con su físico.

¿La intención importa?

Tolkien no fue el primero en crear seres fantásticos monstruosos que se pareciesen a ‘otras’ razas. Los goblins de George MacDonald en La princesa y los trasgos son igual (e incómodamente) producto de las preocupaciones del siglo XIX sobre la raza y la degeneración evolutiva. Como la premiada autora negra de fantasía NK Jemisin comenta, “Los orcos son el fruto de la parra envenenada que es el miedo del ser humano al ‘otro’ ” ¿Significa esto que Tolkien era racista? Bueno, es más complicado que eso.

Los textos literarios no se crean en el vacío, son parte de una tradición. Responden a otros textos y sus esperanzas. El trabajo temprano de Tolkien era un intento de escribir una mitología, así que esperar que hubiese seres monstruosos eran algo lógico. George MacDonald ya había usado los trasgos de la mitología europea y los había convertido en enemigos de sus personajes ‘buenos’, y Tolkien tomó el término ‘orco’ de los seres demoníacos del Beowulf.

Que los monstruos de Tolkien (como los de MacDonald) también respondiesen a preocupaciones, ansiedades, e incluso debates ‘científicos’ de la época sobre características raciales no es tampoco inesperado, pero añade una capa de complejidad a los orcos. Aunque Tolkien condenase las teorías ‘racialistas’, se negase a declararse como descendiente de arios para asegurar una traducción al alemán de El hobbit, y despotricase contra la Alemania nazi, no significa que algunos de los prejuicios debidos a su crianza tardovictoriana/tempranoeduardiana se pudieran haber colado reptando en la visión del mundo que encontramos en la Tierra Media.

La ideología es un asunto poderoso, y su papel en la literatura es harto complicado. Hay autores que escriben con una intención social o política, y hay autores que no lo hacen, pero en cuyos textos su visión del mundo, sus creencias y sus valores están implícitos.  Creo que los prejuicios raciales de Tolkien están implícitos en la Tierra Media, pero sus valores (la amistad, la camaradería, el altruismo o el valor, entre otros muchos) son explícitos, lo que conforma un mundo complejo y más interesante.

En El señor de los anillos la Tierra Media es un lugar donde diferentes ‘razas’ y pueblos necesitan unirse y cooperar para triunfar contra lo que, en gran medida, es un enemigo moral. La escena en la que Sam Gamyi contempla a un enemigo muerto, preguntándose si era verdaderamente malvado o simplemente un tipo forzado a ir a la guerra, está muy lejos de demonizar al enemigo o deshumanizar al ‘otro’. Tales complejidades son la razón por la que algunas piezas literarias siguen siendo leídas, y tienen diferentes significados para las nuevas generaciones.