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Crónica del festival Celsius 232

Dicen que la ignorancia es felicidad ¡Mentira! Uno puede ser feliz sin conocer el sabor del brócoli o sin saber quién es el cirujano de Belén Esteban, pero hay cosas que sí deberías saber y el Celsius es un claro ejemplo.

 

Nada más llegar al festival el ambiente literario y festivo nos rodea, como si acompañáramos al mismísimo Gandalf a una fiesta de cumpleaños. Docenas de librerías y editoriales de fantasía exponiendo sus títulos y cientos de personas a tu alrededor, cuya sonrisa y mirada muestran que comparten tu misma pasión.

 

Entonces consultamos el programa y salimos corriendo, hay que ir a ver a Naomi Novik y su charla sobre Una educación mortal. La sala de actos está a rebosar y es increíble ver tantos humanos, elfos y algún enano reunidos para escuchar hablar de fantasía.

 

A continuación nos vamos a aprender algo más sobre Harry Potter, de la mano de T.J. Riddle. Descubrimos muchos detalles sobre la saga, pero lo mejor es que el autor es paisano (de Tol Eressëa) y vendrá a nuestro propio festival: Palma fantástica.

 

Pero el plato fuerte del jueves vino por la tarde. Encuentro con Tamsyn Muir. Su universo de nigromantes cósmicos es genial, pero ella aun más, hace reír a todo el mundo y tiene una paciencia infinita. Después de estar firmando durante cinco horas y terminar a las once de la noche, necesitará mucha magia curativa para recuperar fuerzas.

 

¿Dijimos plato fuerte? Pues ahora vienen las judías con chorizo y para beber albóndigas ¡Abercrombie! Su pluma es más peligrosa que la espada de Conan, es el rey de la fantasía oscura. Nos cuenta sobre sus nuevos proyectos y se nos hace la boca agua.

 

 

Por fin viernes dirían algunos y no fue para menos, empezamos con Marie Lu y su Warcross. No lo confiesa, pero seguro de que ha visto mucho anime y nos encanta.

 

Tomamos un poco de aire y empezamos a hablar de mutantes, Chris Claremont, anécdotas de toda una vida, como ganó un premio en la Comic Con y tuvieron que ir a buscarle  porque estaba jugando al billar en un sótano o sus proyectos con el mismísimo Spielberg.

 

Por la tarde toca hablar del premio Minotauro, el sueño de cualquier amante de la fantasía en España, además en la mesa está Aranzazu Serrano una de nuestras invitadas al festival…uy no haremos más publicidad, pero algo grande se forja más allá del mar.

 

Y de nuevo viene el éxtasis (y no hablamos de Chimo Bayo como en aquella EstelCon), otro de los grandes visita el Celsius, Neal Shusterman. Su distopía de segadores en un mundo sin muerte ha sido de los libros más originales de los últimos tiempos. Cuando anuncia su adaptación audiovisual casi nos caemos del asiento ¡Queremos verla ya!

 

Que dura puede llegar a ser la vida del friki, ahora tenemos que correr otra vez, nuestro compañero de la Sociedad Tolkien Española (STE) Bernard Torelló (Kai 47) presenta a La sombra de Dreinlar, es un gustazo escucharle y compartir los detalles de su proceso creativo.

 

 

Pero no solo de Tolkien vive… ¡Ay sí! Ya es sábado y la STE tiene un gran papel. Podemos escuchar la música de los Ainur según Luis Antonio Muñoz, ver las técnicas ancestrales y secretas del ilustrador Tomás Hijo y escuchar el podcast Regreso a Hobbiton en directo. Nos contaron en primicia las últimas noticias de la serie Los Anillos de Poder, más tentadora que un anillo único de chocolate.

 

Por la tarde hay tiempo para Laura Fernández, nos cuenta las alocadas historias de fantasmas a sueldo y escritores taimados de su novela La señora Potter no es exactamente Santa Claus y como las propias palabras le hablan mientras escribe. Después de su presentación nos dan muchas ganas de salir de fiesta con ella y sus amigas imaginarias.

 

La sombra de la despedida nos empieza a seguir pero aún hay tiempo para más. Carlos Sisi presenta Alone at the top, y poco después El Nigromante, un señor libro para los amantes del género.

 

Ya no hay más actividades en el Celsius, pero queda lo mejor. Todos los compañeros de la STE nos juntamos a cenar, gracias a la espicha organizada por el Smial Ered Luin. Conocemos caras nuevas, saludamos a las ya conocidas y brindamos con sidra y manjares diversos ¡Por Tolkien! ¡Y por los enanos van a la guerra!

 

Durante todo el festival hemos disfrutado como montaraces abrazando árboles. Hemos comido con unos, hemos compartido colas interminables con otros, para conseguir la firma de nuestra escritora favorita; nos hemos cruzado por la calle, compartido conferencias, cervezas, muchas risas y conversaciones, casi como cuando estamos juntos en una EstelCon.

 

Hemos disfrutado del Celsius y regresamos a casa cansados y felices. Mientras deshacemos la maleta ya sentimos nostalgia, pero en la lejanía vemos la silueta de la próxima MorgulCon y si no siempre nos quedará Avilés.