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Dante y Tolkien: El ‘nobile castello’ de la Tierra Media de J.R.R. Tolkien: Inferno 4.106-108

El investigador independiente Jacopo Della Quercia publicó en el Electronic Bulletin of the Dante Society of America, dependiente de la Universidad de Princeton, un artículo referente a las similitudes entre el “nobile castello” que aparece en ‘La Divina Comedia’ y la ciudad de Minas Tirith en la obra de Tolkien.
Muy generosamente, tanto el autor como el Bulletin, a través de su editor, Richard Lansing, nos han cedido el derecho de traducir publicar dicho artículo en nuestra web. Desde aquí les enviamos nuestro más sincero agradecimiento.

 

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JACOPO DELLA QUERCIA
(Investigador independiente)
11 de diciembre de 2013
EL “NOBILE CASTELLO” DE LA TIERRA MEDIA DE J.R.R. TOLKIEN: INFERNO 4.106-108
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Puede parecer sorprendente que J.R.R. Tolkien tomara préstamos consistentes de Dante, dado el notable desagrado que el escritor inglés sentía por el gran poeta Toscano. «Dante no me atrae,» afirmó rotundamente en el transcurso de una entrevista.[1] «está repleto de malicia y rencor. No me interesan sus insignificantes relaciones con gente insignificante en ciudades insignificantes.»
Aunque Tolkien reiteró estas críticas en una carta a Charlotte Y Denis Plimmer, sin embargo mutó la ‘insignificancia’ de Dante en «tristes máculas en sus lugares.»[2] Dicho todo esto no podemos dudar de que, como investigador y filólogo, Tolkien estaba íntimamente familiarizado con la Divina Comedia. Fue miembro de la Oxford Dante Society durante diez años, y hablaba con cariño de los tiempos en que C. S. Lewis y él «solíamos leernos [a Dante] el uno al otro.» [3] Incluso las obras de Tolkien han atraído el interés académico comparándolas con las de Dante: de la familiaridad de Tolkien con «la forma Dantesca de la épica cristiana»[4] en El señor de los anillos, a su relato corto Hoja, de Niggle, que «simula al Purgatorio de Dante en su estructura general y en sus detalles más concretos» [5]
Con esto en mente, puede parecernos menos sorprendente, al fin y al cabo, que la espectacular ciudadela de Minas Tirith, que se muestra prominentemente en El señor de los anillos, muestre similitudes muy notables tanto en arquitectura como en funciones al nobile castello que Dante describe en el Limbo seis siglos antes (Inferno 4.106-108).

 

Dante y Virgilio con Homero (con la espada), Horacio, Ovidio y Lucano en el ‘castello’ del Limbo de Priamo della Quercia

 

Siendo la primera muestra notable de arquitectura que Dante se encuentra al traspasar la puertas del infierno, el nobile castello del limbo es una de las muchas obras de arte de la Divina Comedia. Descrito como «sette volte cerchiato d’alte mura, / difeso intorno d’un bel fiumicello» (4.107-108), el castillo ha sido objeto de una atención muy vasta por parte de los expertos, particularmente en relación a cualesquiera alegorías que Dante encubre tras sus siete murallas, siete puertas, modesto foso e interior tapizado de hierba.[6] Tengamos también en cuenta que este castillo es el objeto más fácilmente identificable en el paisaje del limbo y, por ello, ha sido retratado frecuentemente en las ilustraciones de Inferno4. Incluso, en una edición ilustrada de mediados del siglo XIV que se conserva en la Bodleian Library de Oxford, puede verse la ‘lumera’ que Dante describe en Inferno4.103 de dos maneras: el nobile castello se representa blanco, y se lo muestra con una antorcha encendida.[7]

 

Los spiriti magni, página del Codex Altonensis

 

Si comparamos el nobile castello de Dante en Infierno:4 con el castillo-ciudad que J. R. R. Tolkien describe en el primer capítulo de El retorno del rey, las similitudes entre los dos son indudables. Minas Tirith, la prominente capital de Gondor y de la raza de los Hombres en la Tierra Media se nos presenta como «ciudad resguardada» protegida por «siete murallas de piedra blanca,»[8] «siete puertas,»[9] un «gran río» [10] en su perímetro [11] y conteniendo «un prado de un verde brillante» en su patio más interno.[12] Tolkien también menciona «antorchas y llamas que brillan débilmente aquí y allá en la bruma,» [13] que proveen de una iluminación modesta a sus habitantes, más allá del nebuloso e incierto mundo que los rodea. 
La ciudad resulta así un foco de luz figurativo y literal, y ofrece una yuxtaposición radical con las tierras sombrías de la cercana Mordor. Incluso los habitantes de Minas Tirith muestran similitudes con los virtuosos paganos que Dante encuentra en el limbo. Minas Tirith es una ciudad caballerosa, pero funciona más como lugar de lugar de reposo de los reyes de antaño de Gondor, aunque habitado, aun a pesar de la prolongada ausencia en el trono. La desesperanza de la guerra ha hundido a sus ciudadanos hasta un estado de luto perpetuo, no muy diferente del ‘sospiri’ (4.26) que Dante escuchó en el momento de aproximarse a los sombríos habitantes del limbo. 
Tuviera o no Tolkien esa intención, Minas Tirith es una recreación casi perfecta del nobile castello del infierno de Dante.

 

Minas Tirith, visto por Ted Nasmith

 

Dado que Tolkien describió Minas Tirith como sita «aproximadamente en la latitud de Florencia,»[14] no es ningún secreto que el autor inglés tenía a Europa en su mente mientras cartografiaba su Tierra Media.
Respecto a cuán íntimamente está el mundo ficticio de Tolkien en deuda con la obra de Dante Alighieri, la impactante similitud de Minas Tirith con el nobile castello del limbo nos garantiza futuras investigaciones, especialmente porque, si se hallan más símiles de esta magnitud, podrían proporcionarnos un conocimiento más profundo de la influencia de Dante en la literatura y fantasía inglesas que las que pueden hallarse en las cartas de J. R. R. Tolkien.
NOTAS
[1] J. R. R. Tolkien, Carta 294 “A Charlotte y Denis Plimmer,” en Cartas, de J.R.R. Tolkien, eds. Humphrey Carpenter y Christopher Tolkien (London: George Allen & Unwin, 1981), 405.
[2] Ibid.
[3] Ibid.
[4] Patrick Grant, “Tolkien; Archetype and Word,” citado en Understanding The Lord of the Rings: The Best of Tolkien Criticism, eds. Rose A. Zimbardo y Neil D. Isaacs (Boston: Houghton Mifflin, 2004), 164.
[5] Sebastian Knowles, “A Purgatorial Flame: Seven British Writers in the Second World War, and: English Fiction and Drama of the Great War, 1918-39,” citado en I Am in Fact a Hobbit: An Introduction to the Life and Works of J. R. R. Tolkien de Perry C. Bramlett (Macon: Mercer University Press, 2003), 142.
[6] Inferno, trans. Robert Hollander y Jean Hollander (New York: Doubleday, 2000), 85-86.
[7] Bodleian Library, MS. Holkham misc.48, rollo 389.1 marco 7, disponible online en:
http://www.bodley.ox.ac.uk/dept/scwmss/wmss/medieval/mss/holkham/misc/048.a.htm.
[8] J. R. R. Tolkien, The Return of the King (London: George Allen & Unwin, 1955), 7-8.
[9] Tolkien, The Return of the King, 5.
[10] Wayne G. Hammond y Christina Scull, The Lord of the Rings: A Reader’s Companion (Boston: Houghton Mifflin Harcourt, 2005) 11.
[11] Tolkien, The Return of the King, 7.
[12] Tolkien, The Return of the King, 10.
[13] Tolkien, The Return of the King, 5.
[14] Tolkien, carta 376, en J.R.R. Tolkien Encyclopedia: Scholarship and Critical Assessment, ed. Michael D.C. Drout (New York: Routledge, 2007) 249.

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Texto traducido por la filóloga Mónica Sanz Rodríguez